Más de 260 familias de pequeños productores surten un millón de cajas de cinco libras de rambután anualmente para exportación, mejorando sus medios de vida con prácticas agrícolas más sostenibles
La temporada de rambután en Honduras inició exitosamente a finales del mes de julio y continuó hasta enero de este año. Con asistencia técnica de Rainforest Alliance y el apoyo de BID Lab, más de 260 familias de pequeños productores de rambután conformaron cuatro nuevas asociaciones en el 2018. Con su nueva capacidad consolidada, estos pueden abastecer hasta un millón de cajas de cinco libras anualmente para exportación.
Las nuevas asociaciones de productores de rambután son:
1. Asociación de Productores Agrícolas El Dorado (ASOPRADO).
2. Asociación de Productores y Productoras del Campo Jilamito (APROCAMPO).
3. Asociación de Productores Agrícolas de Atlántida (APRAA).
4. Asociación de Productores Agrícolas del Centro de Atlántida (APRACA).
Aunadas a la Asociación de Productores y Exportadores de Frutas de Tela (Frutela) y a la Empresa Asociativa Campesina de Producción Lancetilla, representan el eslabón de producción en el Comité Nacional de la Cadena de Rambután de Honduras. Ahora, más productores hondureños de esta exótica fruta cuentan con capacidad sólida para exportar. “El rápido desarrollo de la cadena de rambután en el país ha sido transcendental, algo que parecía imposible hace tres años.” Así los expresó Bani Manzanarez, Gerente de Agronegocios y Mercados de Rainforest Alliance en Honduras.
Rompiendo barreras con la producción de Rambután
Las asociaciones están rompiendo numerosas barreras que impiden que muchos pequeños productores de Honduras accedan a mercados internacionales. Estos productores cuentan ahora con personería jurídica, la consolidación de volúmenes y acceso a créditos a través de la banca privada para inversiones en infraestructura. La gran mayoría de los pequeños productores de rambután de este país centroamericano, no están asociados, por lo que dependen del mercado informal local y están sujetos a altas variaciones en el precio por sus volúmenes individuales más limitados.
A través de esfuerzos estratégicos, las asociaciones de productores de rambután y Frutela, que brinda servicios de empaque y exportación, han adoptado mejores prácticas de calidad e inocuidad para exportación. Así, cumplen con los nuevos lineamientos de mercados internacionales, incluyendo los de Estados Unidos (EE. UU.), la Unión Europea y recientemente Japón. Adicionalmente, las organizaciones están invirtiendo en centros de acopio en puntos estratégicos en sus comunidades, para preselección para exportación.
“La demanda y el consumo de rambután está creciendo en Estados Unidos. La temporada de rambután de Honduras empieza cuando la de Guatemala está de salida, permitiéndonos mantener la oferta casi todo el año.”
Héctor Fernández, Gerente General de Belen Trading.
Conservando la biodiversidad y la calidad del agua
Las nuevas organizaciones de productores de rambután están comprometidas a conservar la biodiversidad en sus fincas y a disminuir la deforestación. Por ello, implementan mejores prácticas agrícolas sobre más de 500 hectáreas con enfoque en el Estándar de Agricultura Sostenible de Rainforest Alliance. Estas incluyen reforestación, protección y control de la calidad del agua e incorporación de energía renovable en los sistemas de riego.
“Ahora se ha mejorado esto en cuestión ambiental ya que ahora nosotros tenemos empleo. Ya no va la gente hasta la montaña a sacar mimbre [cortar árboles] sino que aquí ya son una fuente de empleos las fincas que se poseen,” explicó Ericka Paz, Secretaria y Productora de APROCAMPO.
Con la mirada a supermercados y compradores de alta calidad
Las nuevas asociaciones de pequeños productores de rambután en Honduras buscan avanzar en su camino hacia la sostenibilidad y mayor acceso a mercados especializados. Ahora se anima a supermercados y compradores en Norte América, Europa y Asia a asegurar una cadena de suministro más sostenible y a explorar oportunidades de colaboración. Por ejemplo, a través de co-inversión inteligente y contratos de abastecimiento a largo plazo que fomenten las condiciones habilitantes para una mayor adopción de prácticas de responsabilidad ambiental y social. Así, juntos impulsarán un suministro más sostenible de rambután para los consumidores que cada vez más eligen productos más sostenibles en sus compras.