No cabe ninguna duda: son tiempos preocupantes. El cambio climático ya había cernido su sombra sobre nuestras vidas cuando la COVID-19 casi paralizó el mundo, y los expertos dicen que podemos esperar más pandemias en el futuro. Pero también sucede que la forma de atacar las dobles amenazas de la pandemia y el cambio climático es idéntica: la conservación de los bosques.
De acuerdo con el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés) de la ONU, las soluciones climáticas naturales (como los bosques tropicales prósperos) pueden ayudarnos a alcanzar el 37 % de reducción necesaria de emisiones para evitar una catástrofe climática. La conservación de los bosques también resulta fundamental para prevenir las pandemias, puesto que su destrucción provoca que la proximidad de la fauna silvestre (un reservorio de patógenos como el nuevo coronavirus) se reduzca entre ellos y los seres humanos. Como manifestó la encargada de medio ambiente de la ONU, Inger Andersen, al principio del brote de COVID-19: «La naturaleza nos está enviando un mensaje con la pandemia del coronavirus. No cuidar el planeta significa no cuidarnos a nosotros mismos».
Rainforest Alliance lleva mucho tiempo situado a la vanguardia de la conservación de los bosques. Si bien adaptamos nuestras soluciones a las condiciones locales, el eje de nuestro enfoque se mantiene igual en todas las geografías: trabajamos siempre para mejorar los medios de vida locales, puesto que quienes viven de la tierra son los que más incentivos tienen para protegerla. Estas son tan solo algunas de las medidas de conservación de los bosques que empleamos, todas las cuales ayudan a prevenir pandemias y a frenar el cambio climático.
Comunidad forestal
La silvicultura comunitaria, o sea las personas que viven de sus recursos forestales, existe desde tiempos inmemoriales. Pero en la actualidad, cuando la tradición de vivir en armonía con la naturaleza se enfrenta a tan graves amenazas, Rainforest Alliance ofrece un elemento crucial a la silvicultura comunitaria: la empresa responsable.
En la reserva de la biósfera maya de Guatemala, las comunidades de bosques con las que trabajamos cosechan madera de forma sostenible (por ejemplo, un árbol por hectárea cada 40 años), y recolectan nueces y xate (hoja de palmera usada en arreglos florales) del suelo del bosque como medio de vivir de este, al tiempo que le protege. Por más de 20 años, estas comunidades han mantenido una impresionante tasa de deforestación próxima a cero en una región devastada por la deforestación al tiempo que construían economías locales pujantes.
Innovaciones digitales para detener la destrucción de los bosques
La tecnología ofrece un modo de llegar a los agricultores y comunidades forestales situados a grandes distancias, y Rainforest Alliance ha sacado el mayor provecho de esta conectividad con aplicaciones que ofrecen capacitación individualizada a los agricultores y asesoría sobre problemas relacionados con el clima, como el hongo del cafeto, la roya. Esto sin mencionar que también hemos recurrido a la última tecnología para frenar la deforestación. Nuestros mapas de riesgo, por ejemplo, sobreponen los mapas agrícolas elaborados manualmente con los datos forestales reunidos por medio de dispositivos de teledetección. En nuestro programa de certificación 2020, los auditores pueden usar mapas de riesgo personalizados y datos espaciales de precisión para ayudar a determinar si existe riesgo de deforestación incluso antes de visitar una finca. Si existen, el auditor sabe que debe prestarles especial atención, ayudando de ese modo a los agricultores a evitar la deforestación.
(Aviso: este mapa se basa en las ubicaciones de 240.948 fincas con certificación UTZ Certified en Costa de Marfil de 2019-2020. Los datos proceden de los grupos de fincas certificadas y fuentes de terceros, recibidos el 6 de abril de 2020. Rainforest Alliance no puede garantizar la total exactitud de los datos. El mapa no debe usarse para verificar el cumplimiento de las fincas certificadas con el Estándar UTZ).
Más métodos de agricultura sostenible
Los métodos agrícolas convencionales pueden dañar el terreno y los cauces de agua, reduciendo así la productividad de los cultivos. Cuando la tierra se ordena en barbecho, los agricultores pueden verse tentados a talar los bosques cercanos para obtener tierra nueva y fértil, y así comienza un ciclo destructivo: arrasar, plantar, agotar, repetir. (Si bien, para ser claros, la agricultura industrial, y no la de pequeño productor, es la que impulsa el tipo de deforestación a gran escala que realmente amenaza a nuestro planeta). Las técnicas de agricultura más sostenibles conducen a suelos más sanos, vías fluviales más limpias y una mayor producción.
En Sri Lanka, más de 100 productores de té recibieron capacitación de Rainforest Alliance para el control natural y manual de plagas, con lo cual se ahorra dinero que, por lo general, se destinaría a productos agroquímicos y además mejora el rendimiento. El pequeño productor de té, Saman Udayakumara, observó beneficios concretos al aplicar los conocimientos adquiridos en nuestros talleres. «Hemos sido la única finca que ha seguido cosechando este año durante la sequía. Ahora podemos ver arbustos de té sanos, una mejor difusión de las ramas y una cosecha mayor como resultado».
Agrosilvicultura
Ciertos cultivos, como el café y el cacao, crecen espléndidamente a la sombra de los árboles más grandes. Cuidar los árboles existentes y plantar otros nuevos junto a los cultivos (una práctica conocida como agrosilvicultura) pueden traducirse en una serie de beneficios medioambientales: los árboles de las fincas pueden ayudar a conectar secciones de bosque, beneficiando a las especies migratorias; un follaje protector regula la temperatura y la humedad, y diversos tipos de árboles de sombra mejoran la salud del suelo; los árboles de sombra que dan frutos, como los plátanos y los mangos, pueden aportar ingresos adicionales.
En Java Occidental, Indonesia, una cooperativa de café llamada Klasik Beans ha llevado la agrosilvicultura a niveles impresionantes, en parte para ayudar a prevenir aludes de tierra como el que terminó con la vida de miles de personas en 2004, un desprendimiento de tierra ocasionado por la deforestación. Rony Syahroni, de Klasik, nos explica, «No plantamos café en el bosque: diseñamos nuestras fincas para convertirse en bosques»
Reducción de caza de fauna silvestres
La carne de animales silvestres (incluidas las especies en peligro de extinción) es desde hace tiempo una fuente importante de proteínas e ingresos complementarios para los agricultores de toda África Occidental. No obstante, el aumento de la demanda de carne de animales silvestres, junto con la deforestación para la tala y la minería, han aumentado enormemente la escala de la caza, como también la posibilidad de que los agentes patógenos pasen de los animales silvestres a los seres humanos. En el Parque Nacional de Taï de Costa de Marfil, una de las últimas zonas de bosque primigenio existentes hoy en día, Rainforest Alliance trabaja con seis comunidades productoras de cacao del límite septentrional del parque para cultivar de tal forma que se proteja el bosque. Además, 500 agricultores usan métodos más sostenibles e inteligentes desde el punto de vista climático, con lo que se restauran los ecosistemas y aumenta la productividad de las tierras de cultivo existentes. A estos se suman más de 80 agricultores que han empezado con la crianza de pollos y la apicultura como alternativa a la caza de carne de animales silvestres.
De forma similar, en Ghana los productores de cacao con los que trabajamos en Juaboso-Bia crían ratas de caña, consideradas un manjar, como alternativa a la cacería, y también practican la apicultura responsable. Estos proyectos, adaptados a las necesidades y condiciones locales, reducen la interacción de los seres humanos con la fauna y protegen los bosques que tanto necesitamos para ayudar a detener el cambio climático.