Los abusos contra los derechos humanos (como el trabajo infantil, el trabajo forzoso, las malas condiciones laborales, la desigualdad de género y la violación de los derechos territoriales de los pueblos indígenas) son riesgos persistentes en muchas cadenas de suministro agrícolas y forestales. Rainforest Alliance trabaja para proteger y promover los derechos humanos de los agricultores, de los trabajadores agrícolas y de las comunidades forestales mediante la aplicación de estrategias específicas tanto en nuestro programa de certificación como en nuestras iniciativas de paisajes.
Pero por supuesto, una organización sola no puede superar un desafío tan complejo y enraizado como los abusos a los derechos humanos. Es por eso que también reunimos a una alianza mundial de comunidades rurales, empresas, gobiernos, organizaciones de la sociedad civil y personas alrededor del mundo para avanzar en las prácticas responsables de negocio y en las políticas de gobierno. Todos debemos hacer nuestra parte.
Estos son los principales retos a los que Rainforest Alliance se enfrenta con su trabajo en materia de derechos humanos.
Trabajo infantil prohibido
160 millones de niños en todo el mundo son víctimas del trabajo infantil; esta cantidad supera la suma de las poblaciones del Reino Unido y Alemania. La mayoría de estos niños, un 70 por ciento, trabajan en el sector agrícola.
El trabajo infantil no será tolerado en fincas certificadas Rainforest Alliance. Dicho esto, nuestra experiencia ha demostrado que la amenaza de una suspensión inmediata de la certificación a menudo lleva los abusos a la clandestinidad, haciéndolos mucho más difíciles de detectar. Es por eso que el Programa de Certificación Rainforest Alliance adopta un enfoque de “evaluación y abordaje” que se centra en la prevención, la participación, la mejora, y en el incentivo a los propietarios y administradores de fincas para que aborden el problema del trabajo infantil prohibido. Los agricultores y grupos de agricultores en nuestro programa de certificación deben cumplir con el requisito de realizar evaluaciones de riesgo, realizar actividades de mitigación ante cualquier riesgo que identifiquen y dar seguimiento a la efectividad de estas actividades de mitigación. También deben identificar casos de trabajo infantil y remediarlos, y tienen acceso a capacitación para saber cómo hacerlo. El enfoque de evaluación y abordaje se alinea con los Principios Rectores de las Naciones Unidas sobre Empresa y Derechos Humanos y con las Directrices de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) para Empresas Multinacionales.
Abordar el tema del trabajo infantil en conjunto con productores a través de nuestro programa de certificación solo es una de las rutas que hemos adoptado para llegar a tener fincas libres de trabajo infantil prohibido. Entre otras herramientas se encuentran aumentar la conciencia comunitaria, trabajar con familias, maestros, agencias gubernamentales e instituciones comunitarias. Invertir en las mujeres, influir en la acción gubernamental y aliarse con empresas también es importante para detener el trabajo infantil prohibido.
Trabajo forzoso
Algunas categorías de trabajadores agrícolas, como los migrantes y las personas de grupos sociales históricamente marginados, son especialmente vulnerables al trabajo forzoso. Las características distintivas del trabajo forzoso incluyen trabajo no remunerado o con salarios extremadamente bajos, cambios en las condiciones laborales sin el consentimiento del trabajador, confinamiento en el lugar de trabajo y servidumbre por deuda.
Al igual que en el caso del trabajo infantil, el trabajo forzoso se enfrenta mejor mediante un enfoque de evaluación y abordaje, dado que una prohibición total, castigada con la suspensión inmediata de la certificación inmediata suele conllevar que los propietarios de las fincas oculten los incidentes de trabajo forzoso, en lugar de participar activamente en su reparación. A menudo, el enfoque más eficaz es dar a la finca la oportunidad de proporcionar reparación a la víctima y mejorar sus sistemas de prevención y mitigación. Debe decirse que cuando evaluar y abordar no produce ninguna mejora, o cuando los abusos a los derechos humanos (ya sean trabajos forzados u otros abusos) son graves, Rainforest Alliance suspende la certificación de la finca o grupo de fincas en cuestión.
Además de las medidas tomadas a través de nuestro programa de certificación, Rainforest Alliance trabaja con actores locales para emplear métodos específicos del contexto para combatir el trabajo forzoso. En Ghana, por ejemplo, trabajamos con una gama de socios para proteger a los migrantes que son vulnerables al trabajo forzoso en el sector del cacao y en la minería artesanal de oro. En México y Costa Rica nos estamos asociando con la organización de derechos laborales Stronger Together para el reclutamiento responsable de trabajadores migrantes estacionales en aguacates, bayas, plátanos y piñas (estos trabajadores a menudo dependen de intermediarios para encontrar trabajo, lo que los hace vulnerables a cobros y a servidumbre por deuda). Estamos adaptando la caja de herramientas del reclutamiento responsable de Stronger Together a este contexto, enseñando a los agricultores y a los proveedores de mano de obra a usar la caja de herramientas, y promoviendo prácticas responsables de contratación entre gobiernos, asociaciones industriales y otras partes interesadas.
Condiciones de trabajo
Las condiciones de trabajo peligrosas y deficientes también suponen un riesgo para el bienestar de los trabajadores. Nuestros estándares incluyen protecciones en materia de temas como el acceso al agua potable, saneamiento y atención médica adecuados, licencia por maternidad, y el derecho a la libertad de asociación y de negociación colectiva.
Los productos agroquímicos pueden representar un riesgo para la salud de los trabajadores y, por lo tanto, cuando es necesario usarlos (no se permiten los más peligrosos y los métodos manuales o biológicos son la primera línea de defensa de nuestros programas agrícolas), los trabajadores deben recibir capacitación para saber manejar estas sustancias y deben usar el equipo de protección personal adecuado. Un estudio de 2019 realizado por la Universidad de Wageningen [en inglés] comparó 13 fincas bananeras certificadas Rainforest Alliance con 16 fincas no certificadas en Colombia. Era más probable que los trabajadores de las fincas certificadas emplearan todo su equipo de protección personal. También encontraron que todas las fincas certificadas encuestadas tenían un profesional de salud ocupacional designado, en comparación con solo el 19 por ciento de las fincas no certificadas.
Hacia un salario digno
La pobreza es clave entre las muchas condiciones que hacen que los trabajadores sean vulnerables a explotación y a abusos de sus derechos humanos. En ocasiones, los trabajadores no pueden permitirse rechazar incluso los peores trabajos; un trabajador puede aceptar una oferta laboral en un lugar lejano, para descubrir después que el pago o las condiciones no son las prometidas. Sin embargo, el trabajador se encuentra atrapado y no dispone de medios para transporte para irse. En las fincas certificadas, los empleadores deben ofrecer los salarios mínimos legales y demostrar avances hacia el pago de un salario digno: el dinero que necesita un hogar para cubrir los gastos básicos, como vivienda y víveres, y reservar un poco para emergencias (la cantidad varía según la ubicación específica de la familia). La Coalición Mundial por el Salario Digno, que Rainforest Alliance cofundó y copreside, trabaja para determinar el salario digno de los trabajadores, dependiendo del sector y su ubicación.
Dicho esto, muchos propietarios de fincas tienen un margen de beneficio tan pequeño que no pueden permitirse ofrecer a sus trabajadores un salario digno. Esta es una de las razones por las que Rainforest Alliance trabaja con empresas, gobiernos y otras ONG, ya que la carga de proporcionar un ingreso digno a los agricultores y pagar a los trabajadores un salario digno debe compartirse en toda la cadena de suministro.
Igualdad de género
Las mujeres tienen una función esencial en economías rurales: Según ONU Mujeres, el 64% de las mujeres en los países de ingresos bajos y el 42% en los países de ingresos medios bajos trabajan en la agricultura. Sin embargo, las mujeres rara vez reciben una proporción justa de los recursos y del ingreso, y mundialmente, menos del 15 por ciento son propietarias de la tierra. En las fincas más grandes, las trabajadoras agrícolas a menudo carecen del derecho a la licencia de maternidad, cuidado de niños e igualdad de oportunidades para avanzar. Además, las mujeres pueden enfrentar casos de violencia de género y acoso sexual a manos de sus superiores u otros trabajadores.
Durante años, Rainforest Alliance ha colaborado con productores y muchas otras partes interesadas con el objetivo común de mejorar la igualdad de género mediante la certificación, la capacitación y la influencia. Nuestro programa de certificación actual exige igual salario por igual trabajo y aborda los temas de la discriminación y el acoso sexual. Aquí, también, el programa aplica un enfoque de evaluación y abordaje, que exige que las fincas y los grupos de productores designen a un encargado o comité como responsable de combatir la discriminación de género, la violencia sexual y el acoso. También facilita a fincas y empresas herramientas para comprender las brechas de género y los problemas en sus operaciones y cómo abordarlos.
Igualmente, promovemos y cuantificamos la participación de las mujeres en nuestros programas de capacitación para agricultores, que proporcionan instrucciones concretas sobre las buenas prácticas agrícolas, métodos climáticamente inteligentes, educación financiera y mucho más. La participación de las mujeres en actividades generadoras de ingresos es igual de importante en nuestro trabajo con las comunidades forestales. En Guatemala y México apoyamos los negocios forestales manejados por mujeres, y el liderazgo femenino en empresas forestales.
Derechos indígenas
Desde su fundación en 1987, Rainforest Alliance ha trabajado para defender los derechos territoriales de los pueblos indígenas, que administran o poseen más de un tercio de los bosques intactos que quedan en el mundo. El primer estándar forestal, establecido en 1989 por el Forest Stewardship Council (FSC, cofundado por Rainforest Alliance), exigía que la tenencia de la tierra fuera clara, y a día de hoy, una operación forestal con reclamos o conflictos de tierras pendientes no puede obtener la Certificación FSC.
Rainforest Alliance colabora con comunidades indígenas desde la Amazonía hasta Indonesia para impulsar economías locales fuertes, arraigadas en los valores y tradiciones indígenas, y vinculadas al mercado mundial. En la región de San Martín de Perú, por ejemplo, trabajamos con ocho comunidades indígenas para llevar al mercado sus productos más sostenibles, desde café hasta cacao y sangre de grado medicinal. También ofrecemos capacitación en gestión empresarial y habilidades digitales a Warmi Awadora, un colectivo de mujeres kichwa que crean bolsos, cinturones y collares utilizando técnicas tradicionales de tejido. Poder utilizar las redes sociales y enviar sus productos a todo el mundo fue particularmente crucial durante los inicios de la pandemia, cuando el turismo en su zona disminuyó drásticamente.
Las economías locales prósperas permiten a las comunidades resistir mejor las amenazas que sufre su forma de vida y la salud de sus tierras.
Inclusión de los jóvenes
Cada vez más, los jóvenes rurales que no ven un medio de vida viable en sus comunidades se están mudando a las ciudades en busca de trabajo, dejando a las fincas familiares y empresas forestales locales sin la energía juvenil y las habilidades necesarias para continuar y prosperar. Rainforest Alliance ofrece a los jóvenes rurales capacitación, habilidades empresariales, tutorías y financiamiento para que puedan desarrollar carreras rentables y más sostenibles dentro de sus comunidades de origen, y para ayudar a esas comunidades a innovar y prosperar en el mundo actual. En Calakmul, México, nuestro antiguo programa Nuestro Bosque, Nuestro Futuro presenta a los jóvenes habilidades y empleos que no sólo les permiten evitar la emigración sino también ayudar a conservar el bosque local. En las comunidades productoras de café y té en el Monte Kenia de África Oriental, donde estamos trabajando para mejorar la sostenibilidad y la resiliencia climática, proporcionamos capacitación empresarial y acceso a financiamiento a los jóvenes. También trabajamos para garantizar la participación de los jóvenes en las juntas de gestión de tierras en el condado (estructuras de gobernanza comunitaria para la toma de decisiones) que apoyamos allí para mejorar la sostenibilidad y el bienestar de la comunidad. Trabajamos en asociación con una organización local en Jembrana, Bali, para lanzar un programa para capacitar a jóvenes periodistas en ciernes para que participen en un programa de investigación sobre el cacao y la sostenibilidad.
Promoción y protección de los derechos humanos: se necesita una alianza
Mejorar los derechos humanos en las cadenas de suministro agrícolas y forestales exige colaboración de otros además de los actores de las cadenas de suministro. Los gobiernos, la sociedad civil y las comunidades deben promover los derechos humanos a través de sus propias políticas, programas y acciones, con organizaciones como Rainforest Alliance que desempeñan una importante función de convocatoria. Nuestro enfoque estratégico para la transformación de la sostenibilidad, incluyendo la certificación, los programas de capacitación bien diseñados, el paisaje y las iniciativas comunitarias; así como influir en empresas y gobiernos, son herramientas valiosas para promover los derechos humanos dentro de los paisajes de producción donde trabajamos.