Las mujeres representan en promedio el 43 por ciento de la fuerza laboral agrícola del mundo, según la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación. Tiene sentido entonces, si queremos que la agricultura sostenible sea la norma, hacer todo lo posible para garantizar la equidad de género en las fincas y las empresas agrícolas.
Como parte de ese esfuerzo, recientemente reunimos a organizaciones asociadas para un taller de una semana en Tegucigalpa, Honduras, en el que 26 participantes aprendieron formas de identificar brechas de género en las cadenas de suministro del café. Como parte de la actividad, los asistentes fueron al campo para practicar usando las herramientas aprendidas.
Los asistentes al taller, que incluían desde líderes a representantes de asociaciones de productores sin fines de lucro, se familiarizaron con cinco herramientas presentadas por AgroProFoc, una organización holandesa que se especializa en el fortalecimiento de la equidad de género y la sostenibilidad en las cadenas de suministro. Este taller, cuyos participantes provenían de Honduras, Nicaragua y Guatemala, fue el último de una serie; Los talleres sobre té en Malawi, café y té en Uganda y cacao en Indonesia se realizaron a principios de este año como parte del programa Sector Partnership UTZ de Rainforest Alliance.
Estas son las cinco herramientas que los participantes aprendieron:
1. Mapeo de la cadena de valor con perspectiva de género
En general, el trabajo de las mujeres, ya sea doméstico o en el campo, se realiza entre bastidores y, a menudo, no es remunerado. El objetivo de esta actividad es hacer visible el trabajo de las mujeres en la cadena de suministro de café.
2. Relaciones de género en el hogar.
Para este ejercicio, los participantes enumeran las responsabilidades de hombres y mujeres en el hogar, así como los recursos del hogar. Luego analizan las diferencias en aportes y beneficios.
3. Exploración de género para proveedores de servicios
Los proveedores de servicios, es decir, cualquier persona, desde una institución financiera rural hasta las fábricas que secan granos de café, responden preguntas para realizar una autoevaluación. Las respuestas, junto con un valor numérico, se representan en un gráfico que se puede comparar a lo largo de los años como una forma de planificar y rastrear mejoras.
4. Análisis de servicios a través de dibujos.
Este ejercicio, que utiliza dibujos para reflejar las respectivas actividades de hombres y mujeres, es una vía para que las comunidades con bajo nivel de alfabetización participen en ejercicios de género. Más adelante en la actividad, los participantes comparten sus dibujos y los comparan, discuten las similitudes y las posibles razones detrás de cualquier diferencia en sus visiones del trabajo que hacen hombres y mujeres.
5. Entrevistas a empleadores.
La última herramienta plantea preguntas que apuntan a descubrir condiciones de trabajo tanto negativas como positivas para las mujeres dentro de una organización determinada. Como alternativa, los grupos focales con empleados hombres y mujeres pueden proporcionar información para las referencias cruzadas y ayudar a establecer las brechas que deben abordarse.
El objetivo de todas las herramientas es proporcionar formas de identificar y abordar las desigualdades de género en la cadena de suministro de café, una parte fundamental para crear un mundo mejor para las personas y la naturaleza.