Si alguna vez hubo dudas acerca de si la silvicultura comunitaria es una excelente estrategia de conservación, bastaría con ver los resultados de las concesiones en la Reserva de la Biósfera Maya para tener una respuesta – y a las mujeres líderes que viven ahí. Las mujeres y los bosques son un equipo sin igual.
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En las 2.1 hectáreas de la reserva,dENEn el a 12 comunidades el Estado les ha concedido el permiso para subsistir a través del uso del bosque – siempre que sea de manera sostenible. Y de hecho, han mantenido un impresionante índice de deforestación de casi cero, a pesar de las grandes amenazas que enfrentan.
Pero sus logros, no son solo ambientales: las concesiones disfrutan de éxito económico también. Y en gran parte, gracias a la participación de mujeres, esta prosperidad se traduce en educación y beneficios de salud para la comunidad. Resulta que el bosque y las mujeres conforman un equipo ganador.
Conozca a tres mujeres líderes – todas protagonistas de nuestro poderoso corto “Mujeres de la Alianza” – que han ayudado a hacer posibles los logros de las concesiones.
“No esperes a que alguien más haga espacio para ti”
Ángela Fajardo, 44, tiene este consejo para las jóvenes mujeres: “No esperes a que alguien más haga espacio para ti. Tú misma tienes que ponerte tus propias metas”.
Y sabe de lo que habla: En los más de 20 años en los que ha pertenecido a la concesión de la comunidad de Uaxactán, Fajardo ha ascendido hasta el puesto de tesorera del directorio. Pero como mujer, su camino no fue fácil. En los primeros años de la concesión, nos cuenta que, “las mujeres eran solo las encargadas de la casa. Tuvimos que tumbar muchas de las barreras del machismo – primero, convenciendo a nuestros esposos de que nos dejaran participar, y de que queríamos apoyar financieramente a nuestros hogares”.
Con el paso del tiempo, las mujeres recibieron entrenamiento en cosecha y procesamiento de xate, nuez de ramón y pimienta dioica , y los beneficios económicos que eso significó para familias y comunidades quedó claro. “Las mujeres somos buenas encargándonos de las finanzas”, nos dice, “así que eso ha aumentado enormemente el crecimiento de la organización”.
El gobierno de Guatemala parece estar de acuerdo con que la concesión de la comunidad de Uaxactún ha sido un gran éxito para las personas y la naturaleza. Los contratos que se les otorgaron originalmente sobre la tierra fueron prorrogados por 25 años más en el 2022. Como miembro de la junta directiva, Fajardo tuvo un rol clave en el proceso de revisión de la extensión.
La prórroga es una buena noticia también para los jóvenes de la comunidad – incluida la hija de Fajardo, quién ha podido ir a la universidad, en parte gracias al ingreso de su mamá como concesionaria. Para la hija de Fajardo y tantas otras personas jóvenes en Uaxactún, esto abre todo un mundo de nuevas oportunidades.
Mujeres y bosques: comunidades saludables
Proteger y restaurar los bosques comunitarios solo es posible si quienes hacen este trabajo están saludables. Por eso el trabajo de Iliana Humberta Melgar, de 50 años, es crucial para el éxito de la concesión de La Pasadita.
Melgar siguió un curso de tres años para aprender a servir mejor a la comunidad como promotora de salud – un puesto crucial en un área tan remota y rural, donde el acceso a doctores y hospitales es bastante limitado.
“Hice cursos avanzados para estar al día con los medicamentos nuevos. Salvé muchas vidas. Traté a personas con picaduras de serpientes. He ayudado a bebés a venir al
En esta comunidad de 600 residentes, ha sido en gran parte el trabajo de las jóvenes mujeres el cultivar pequeños brotes de árboles y plantarlos, mientras que la brigada antincendios se encarga exitosamente de prevenirlos. “Pequeños animales están regresando. Ahora se ven más aves. Por los incendios habían desaparecido. Ahora los niños pueden verlos”.
Melgar está orgullosa de su trabajo como promotora de salud, y aún más del compromiso de La Pasadita para restaurar áreas de bosque que fueron degradadas por incendios.
“Debemos cuidar a la naturaleza”, nos dice. “Nos da vida a nosotros y a todos, a las futuras generaciones”.
Liderando a su comunidad, frente a la adversidad
Felisa Navas Pérez estaba indecisa cuando fue elegida presidente de la concesión el Cruce de la Colorada en el 2011. “Pensé, Dios mío, ¿qué voy a hacer? Justo antes de empezar alguien en vigilancia y control había sido asesinado”. Y de hecho, las amenazas de muerte contra ella empezaron casi de inmediato.
Navas fue elegida en un momento turbulento de la historia de la concesión. Incapaz de defenderse frente a las incursiones de externos que buscaban apoderarse de la tierra, la comunidad corría el riesgo de perder la concesión. Fue la valentía de Navas, y su habilidad política las que ayudaron a cambiar las cosas para el Cruce a la Colorada, un trabajo que le valió el premio Homenajeada de Rainforest Alliance en el 2017.
Para Navas, todo valió la pena. “Me siento feliz, porque esta ha sido como una escuela para mí. Muchos en mi generación nunca pudimos terminar ni el segundo grado, algunos llegaron a sexto. Pero hemos tenido mucho apoyo de Rainforest Alliance y eso nos ha ayudado a avanzar.
“Si no lo hubiésemos tenido, si no existieran las concesiones, tal vez hoy, no existiría el bosque”.