Las mujeres indígenas viven en áreas de la economía informal; trabajo familiar sin pago; ocupaciones que ofrecen un empleo precario, de baja calidad, irregular o sin remuneración. Por lo cual tienen escaso o nulo acceso a la seguridad social o a la protección social.
La mitad de la población mundial son mujeres. Más de 400 millones de son agricultoras y producen la mayor parte del suministro de alimentos del mundo. Y aun así son poco visibilizadas debido a los roles asignados en función del género y las relaciones sociales de poder. Además enfrentan falta de acceso a la tierra, financiamiento, educación o capacitación.
Durante las últimas dos décadas en América Latina y el Caribe, la situación laboral de las mujeres emprendedoras ha empezado a evolucionar lentamente. Las PYMES dirigidas en un 51% por mujeres emprendedoras generan una contribución importante a la economía representando del 31% al 38% en Pymes formales en países en vías de desarrollo.
Múltiples estudios han demostrado que cuando las mujeres tienen ingresos y control sobre ellos, sus familias y comunidades también se benefician. Ellas invierten 90% de su ingreso en sus familias, mejorando la educación, la nutrición y la atención de salud de toda su comunidad.
Apoyamos a las mujeres indígenas para mejorar sus condiciones de vida
Rainforest Alliance contribuye a fortalecer los emprendimientos de mujeres de comunidades rurales y nativas. Trabajamos con productores y otros actores para promover la igualdad de género de estas formas:
Promovemos la igualdad de pago, oportunidades de capacitación, la prohibición de discriminación, violencia en el lugar del trabajo y el abuso sexual a través del Programa de Certificación.
Trabajamos con agricultores, trabajadores, comunidades, organizaciones locales, gobiernos y empresas para promover tanto la igualdad de género como el empoderamiento de las mujeres. Trabajamos con productores de cacao, café, banano y comunidades forestales para fortalecer su liderazgo en la región, a través de iniciativas de colaboración.
Fortalecemos mujeres indígenas líderes
Apoyamos el liderazgo de las mujeres, por ejemplo, como capacitadoras y educadoras en el campo, siempre que sea posible. Es una manera importante y visible de cambiar las percepciones sobre las mujeres en entornos dominados por los hombres.
Esta vez presentamos el avance de tres mujeres indígenas a través de entrenamientos, emprendimientos e independencia económica. Aquí nos cuentan sus experiencias trabajando con nuestras iniciativas, sus sueños para el futuro y los retos que enfrentan.
Talento de mujeres indígenas Mixe en México
Roselia Amaya es una mujer indígena Mixe de 42 años. Es beneficiaria de la iniciativa Mujeres en Mesoamérica (WEE por sus siglas en inglés) en México. Rainforest Alliance, con fondos de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), trabaja con CECROPIA un enfoque ecológico de conservación basada en el mercado. Esta etapa centrado en las mujeres para la sostenibilidad, el empoderamiento y la prosperidad.
También participó en el Foro Mujeres, Derechos y Emprendimientos y la Expo Feria para Emprendedoras de Chiapas y Oaxaca. Así también, tuvo un espacio seguro para compartir con otras mujeres y dejar brillar sus muchos talentos. Ella además es partera del Instituto Mexicano de Seguridad Social, poeta, artista, traductora de su idioma, basquetbolista y promotora de la lengua Mixe.
Participa en las actividades de turismo comunitario Guardianes de las Aves de Totonpec. Es en esta nueva faceta donde quiere crecer como emprendedora. “Salir cada día antes que el sol. Respirar el aire puro, sentir la brisa y escuchar las melodías exquisitas del canto de las aves de mil y un colores. Eso es lo que más me gusta de ser una Guardiana de las Aves”.
El turismo comunitario tiene el potencial para sensibilizar a los participantes y ponerlos en contacto directo con la naturaleza. Cuidan los recursos amenazados por el cambio climático y el consumo desmedido. Es una actividad permite a las comunidades locales o indígenas mantenerse en contacto con sus raíces, generando recursos propios, bajo un esquema sostenible.
“El proyecto recién está empezando, pero ya es algo maravilloso saber que yo puedo aportarle a mi familia” – nos dice Roselia. Sin embargo, también reconoce los retos de emprender para las mujeres indígenas – “Nos enfrentamos a diario al machismo. Se nos cierran muchas puertas, solo por ser mujeres”. Pero esto no le quita las ganas de seguir creciendo – “Necesitamos más apoyo, financiamiento y capacitaciones para seguir aprendiendo. ¡Cada día se aprende algo nuevo! También quisiera contar con mejores equipos para trabajar: una cámara fotográfica y otros”.
Gracias a las capacitaciones, talleres, foros y expo ferias, fortalecen las redes de mujeres en diferentes regiones y a lo largo de Mesoamérica. Roselia ha aprendido importantes lecciones.
“Tengo total confianza en mí misma. Creo que puedo. Ahora sé que no por ser mujer tengo menos derecho a ser emprendedora”.
Roselia Amaya, CECROPIA, México
Igualdad de oportunidades para mujeres en Honduras
Alba Estrada de la Cooperativa El Paraíso en Honduras está muy feliz de haber recibido los diferentes talleres con WEE Mesoamérica en Honduras. Rainforest Alliance implementa junto con la Red de Mujeres Chocolateras de Honduras (REDMUCH), gracias al apoyo de USAID.
“Los hombres y mujeres ahora trabajamos en igualdad, no hay diferencias», comenta Doña Alba. «Con los talleres y las capacitaciones hemos aprendido a aprovechar mejor el suelo. Lo cuidamos, plantamos y cosechamos conscientes del ecosistema y de cómo aprovechar mejor nuestros recursos. Ahora trabajamos en equipo, apoyándonos entre toda la comunidad. Por eso y todo el aprendizaje yo estoy muy agradecida”.
Con la asistencia técnica de WEE y el acompañamiento de REDMUCH, se lograron mejores ventas de café y cacao de la cooperativa, este último trimestre. También en otras siete localizadas en Atlántida, Cortés y Yoro.
Avanzando emprendimientos de mujeres indígenas en Perú
Lísida Ishuiza Tapullima es parte del colectivo Warmi Awadora (mujer tejedora). Sus compañeras y ella trabajan desde el año 2016 diversificando sus ingresos para contribuir con la economía de sus hogares. Al mismo tiempo preservan su herencia cultural.
En el 2020 con la pandemia, dejaron de vender sus tejidos en los mercados y sitios turísticos. Este grupo de emprendedoras recibieron apoyo del Programa Bosque y Rainforest Alliance, para adaptarse al nuevo contexto. Recibieron apoyo financiero capacitaciones para aprender a usar herramientas digitales para vender sus productos. Estas tecnologías les permitieron continuar sus ventas.
De las ventas presenciales a las digitales
“No fue fácil aprender a usar celulares e internet. Por eso estamos muy agradecidas con Rainforest Alliance y el Programa Bosques. Hemos avanzado poco a poco y ya dominamos mejor estas herramientas. El internet, los celulares, conversaciones virtuales, tomar y mandar fotos, enviar los productos y así seguir vendiendo”, señala Lísida Ushuiza Tapullima, presidenta de Warmi Awadora.
El año pasado las mujeres de Warmi Awadora lanzaron su primer catálogo virtual. Y este año acaban de sacar su segunda colección con más de 13 productos.
Lísida continúa: “Rainforest Alliance nos ha incentivado a conservar. Ha visto que tenemos motivación para trabajar y nos han empezado a apoyar. Vamos a seguir conservando, ese es nuestro compromiso, sino ¿qué le vamos a dejar a nuestros hijos?»
Ella comprende que son importantes, tanto como lo son sus comunidades.
Somos lo que tenemos en los bosques, conocemos bien todo lo que hay ahí. El cuidado del bosque también nos lo han enseñado nuestros antiguos. Necesitamos seguir capacitándonos. Seguimos aprendiendo, algunas hermanas van más adelante y otras van más atrás, pero todas debemos seguir, más aún con la ayuda de proyectos.
Lísida Ishuiza Tapullima, Warmi Awadora, Perú
Condiciones necesarias para empezar un emprendimiento
Según un análisis llevado a cabo por Comisión Económica para América Latina (CEPAL), son cuatro grandes variables:
-La situación político-institucional: rol de los gobiernos, políticas públicas, educación y acceso a servicios profesionales.
-El medio: disponibilidad de recursos financieros y acceso a créditos, infraestructura y cantidad de procedimientos para iniciar la actividad.
-El mercado laboral: procesos de transición entre trabajo no remunerado y remunerado, competencias, estadística de la economía informal en diferentes países.
-Aspectos personales: motivaciones personales, estímulos y necesidades.
Estos emprendimientos y experiencias buscan precisamente influir en la creación de condiciones y contextos favorables para la inclusión de mujeres de grupos más vulnerables.
Contribuir a crear cambios de comportamiento hacia la sostenibilidad es posible. Alba lo expresó así: “Antes sembrábamos sin conocimiento, ahora entendemos qué cultivos, en qué momento y cómo plantarlos para aprovecharlos mejor”. Roselia por su parte, va más allá de solo generar ingresos. Busca actividades que satisfagan su curiosidad y talento. Y Lísida puede combinar sus labores domésticas y trabajo familiar, mientras continua un legado ancestral que disfruta.