Los indígenas en Perú alcanzan entre el 12 y el 18 por ciento de su población, de acuerdo con información de PNUD. Uno de los pilares del trabajo de Rainforest Alliance, en este país, son las comunidades indígenas y pequeños productores, con especial atención en las mujeres y los jóvenes. Al hacer sus actividades agrícolas y forestales más productivas y resilientes, mejoramos sus medios de vida y el de sus familias, mientras conservan los bosques y la biodiversidad en áreas de alto valor.
Uno de estos grupos es Warmi Awadora, donde Lísida Ishuiza Tapullima es lideresa y una de las más activas confeccionando artesanías como bolsos y carteras de algodón nativo y otras fibras naturales provenientes de la Amazonía peruana. “Nosotras vamos a seguir incentivando nuestro hábito del tejido a nuestras hijas”, dice convencida de esta tradición arraigada en la herencia ancestral de su comunidad en Chunchiwi.
El grupo está formado por 51 mujeres de las etnias Kichwa de las comunidades de Chunchiwi, Chiriyacu, Chirik Sacha, Copalsacha y Pucalpillo, que junto a sus familias suman más de 300 personas. Después de cuatro años, Warmi Awadora logró consolidar su marca y registrarla con el apoyo y asesoría del Programa Nacional de Conservación de Bosques del Ministerio del Ambiente, que desde el año 2015 apoyó su iniciativa con fondos y capacitaciones en temas comerciales y calidad de los productos.
Debido a las restricciones causadas por COVID-19, el trabajo de las tejedoras se detuvo por más de diez meses y sus ventas totales, se vieron reducidas a casi cero. “Esta enfermedad nos ha afectado bastante porque no hemos tenido turistas. Ya no podemos salir a vender y nadie puede venir a visitarnos”, lamenta Lísida.
La participación de la mujer en las decisiones de su familia y su comunidad hace que sea la primera en proteger el bosque, porque además es fuente de generación de ingresos, para ella y su familia.
Innovación en medio de la pandemia.
Junto con el Programa Bosques, las mujeres tejedoras diseñaron un plan de trabajo y solicitaron el apoyo de Rainforest Alliance, para financiar la transición de su negocio a una plataforma digital, incluyendo capacitaciones sobre el uso de herramientas digitales, la gestión comercial y administrativa de su negocio. A inicios de marzo, Warmi Awadora lanzó su primer catálogo virtual, con el que esperan recuperar los ingresos que generaban con la venta de sus productos a turistas.
“No ha sido fácil aprender el uso de celulares e internet. Nuestros Apus (líderes comunitarios) y juntas directivas nos han apoyado mucho para aprender y estamos muy agradecidas. Poco a poco estamos dominando las conversaciones virtuales, tomamos y enviamos fotos, enviamos los productos y así, seguir vendiendo”, explicó la lideresa indígena
A la vez que apoyan a sus esposos en la agricultura, tejer les permite invertir en sus hijos y hacer mejoras en el hogar. “Ir a comprar al mercado no es fácil para nosotras, pero cuando vendemos nuestros tejidos, tenemos nuestra platita y podemos comprar lo que necesitamos en nuestros hogares”, relata Lísida. Ahora, además de una tradición ancestral que cultiva, es una oportunidad para emprender y asegurar ingresos a corto plazo.
En Perú, desde el 2019 rige la Política Nacional de Género, que promueve según UNESCO, “la igualdad de derechos, oportunidades y responsabilidades para mujeres y hombres, niñas y niñas”, incluyendo entre sus objetivos prioritarios, los derechos económicos y sociales de la mujer.
Las mujeres del grupo ahora pueden seguir contribuyendo con la economía de sus familias y sus comunidades.
Rainforest Alliance trabaja en la provincia de Lamas, en San Martín, con 11 comunidades nativas que ocupan una extensión aproximada de 56 mil hectáreas, varias de ellas ubicadas en la zona de amortiguamiento de la primera Área de Conservación Regional decretada en 2005, llamada Cordillera Escalera. Una región bendecida con cadenas de montañas y cuencas, que alimentan su flora exuberante, y hogar para diversidad de especies de anfibios, reptiles, aves y mamíferos.
Trabajamos con mujeres de las comunidades nativas, incluyendo Warmi Awadora, porque cuando hay igualdad de género, contribuimos a que los dos miembros de estas comunidades mejoren sus medios de vida y logren convivir en paisajes más sostenibles.
Fotografías: Warmi Awadora