En la exuberante selva de Petén donde se abre paso la Reserva de la Biosfera Maya con sus más de 21 mil hectáreas de bosque, la Asociación Forestal Integral Cruce a La Colorada (AFICC) está a cargo del manejo sostenible de una concesión forestal, que opera dentro de la Zona de Usos Múltiples, junto con otras ocho a las que el Consejo Nacional de Áreas Protegidas (CONAP) otorgó, entre 1994 y 2002, derechos de aprovechamiento y manejo de recursos
Como en todos los casos, el rol que cumple la AFICC es muy importante para el manejo y aprovechamiento responsable de productos maderables y no maderables del bosque, ya que con ello evita la extracción ilegal de los mismos. Sus patrullajes resultan vitales también para el control de incendios forestales y el monitoreo de biodiversidad.
En un esfuerzo conjunto entre la AFICC, el proyecto Clima, Naturaleza y Comunidades en Guatemala, liderado por Rainforest Alliance y la Asociación de Comunidades Forestales de Petén, se han fortalecido las capacidades institucionales y técnicas promoviendo el desarrollo sostenible de esta comunidad dependiente del bosque. Con ello los procesos de desarrollo, liderazgo y organización comunitaria son los bastiones que aseguran la sostenibilidad de este modelo de manejo.
Uno de los frutos de este fortalecimiento y desarrollo de capacidades fue mejorar la participación de las mujeres en el manejo forestal sostenible. Ahora ellas forman parte de la Junta Directiva de la AFICC ejerciendo roles gerenciales y administrativos, un reto que ha sido superado durante estos últimos seis años bajo un contexto donde la actividad económica y productiva del área tradicionalmente ha sido liderado por hombres.
Milvia Nohemí es el vivo ejemplo de la incorporación de las mujeres; esta joven madre se desempeña exitosamente como secretaria de la Junta Directiva de la Asociación y tiene muy claro el aporte que el modelo concesionario brinda a la conservación de los bosques de Petén y su biodiversidad.
Las concesiones otorgadas por el gobierno de Guatemala por 25 años deben ser evaluadas para verificar el impacto obtenido; los indicadores económicos, sociales y ambientales alcanzados servirán al Gobierno para la renovación. Dos de las nueve concesiones comunitarias vencerán en lun lapso de cuatro años.
Afortunadamente existen estudios científicos que ya demuestras que las empresas comunitarias como la AFICC generan beneficios ambientales para la sociedad y beneficios socioeconómicos para las comunidades. Pero, existe la lógica incertidumbre que rodea la renovación de la concesión.
Por ellos nos invitan a visitar Salvemospeten.com y suscribirnos para que, juntos, solicitemos la renovación de los contratos de concesión y así contribuir para que se conserve y proteja la Reserva de Biósfera Maya, el pulmón de Centro América.