Rainforest Alliance ha trabajado durante más de 30 años para hacer que la agricultura sea más sostenible, y para nosotros, el bienestar de quienes trabajan en las fincas es fundamental para ese esfuerzo. Por eso protegemos y promovemos los derechos humanos de cientos de miles de trabajadores agrícolas a través de nuestro programa de certificación, y de decenas de miles más en nuestro trabajo a nivel comunitario. También abogamos ante los gobiernos para que aprueben y hagan cumplir la legislación que exige que las empresas sigan los procesos de diligencia debida en materia de derechos humanos y medio ambiente (HREDD, en inglés).
A través de la certificación, los programas comunitarios y de paisaje, los servicios de cadena de suministro personalizados y la defensa, estamos ayudando a proteger y promover los derechos de los trabajadores agrícolas en todo el mundo.
Detener el trabajo forzoso, la discriminación, y la violencia y el acoso en el lugar de trabajo.
La pobreza, la desigualdad sistémica y la falta de protección jurídica pueden hacer que los trabajadores agrícolas sean vulnerables al trabajo forzoso, la discriminación y la violencia y el acoso en el lugar de trabajo.
Hemos aprendido a través de muchos años de experiencia que simplemente prohibir dichas violaciones de los derechos humanos en nuestro estándar de certificación no es suficiente: se necesita un enfoque más reflexivo y holístico para lograr un cambio sustancial. Es por eso que nuestro programa de certificación adopta un enfoque de evaluación y abordar, centrándose en la prevención, la participación, y la mejora. Como parte de ese enfoque, exigimos que las fincas establezcan comités para evaluar, monitorear y mitigar los riesgos y violaciones de los derechos humanos. Además de establecer esos comités para evaluar y abordar estos casos, las fincas deben formar comités para quejas, incluyendo casos sobre género.
Sofia Nuru, supervisora de unidad de finca en Green Coffee Agro-Industry en Etiopía, dijo que los comités formados recientemente ya han cambiado la cultura laboral en la finca. “Nunca antes habíamos recibido este tipo de capacitación. Como resultado, no estábamos conscientes de nuestros derechos ni del compromiso de la finca de proteger nuestros derechos”. Como miembro, tanto del comité de quejas como del comité para evaluar y abordar, Nuru agregó: “Solía pensar que era normal que mi jefe me gritara, pero ahora sé que es acoso y sé dónde denunciarlo. Los comités están ahí para proteger los derechos de los trabajadores y creo que los comités lo harán”.
Los trabajadores migrantes son particularmente vulnerables a los abusos, en parte porque dependen de intermediarios y agentes laborales que a menudo cobran una cuota de contratación. Los trabajadores migrantes pueden entonces encontrarse lejos de casa, endeudados y sin medios para huir. Nuestro estándar requiere que los titulares de certificados realicen una supervisión rigurosa de los reclutadores de trabajadores para garantizar que los trabajadores no sean explotados. Además, todas las cuotas y costos relacionados con la contratación deben ser pagados por las fincas, no por los trabajadores.
En las fincas de avellanas con las que trabajamos en Turquía, estamos reforzando este requisito de certificación y otros, con una iniciativa [en inglés] de colaboración para apoyar a varios trabajadores migrantes que llegan cada verano para la cosecha. Las escuelas de verano ofrecerán a los niños migrantes un lugar seguro para jugar y aprender mientras los padres están en el trabajo; las capacitaciones informarán a los trabajadores sobre sus derechos; y los comités de las aldeas trabajarán para mejorar las viviendas de quienes vengan a cosechar.
Salud, seguridad, vivienda y condiciones de vida
Proteger la salud y la seguridad de los trabajadores es fundamental para la sostenibilidad de cualquier finca. La certificación exige que las fincas proporcionen maquinaria segura, procedimientos contra incendios y de emergencia, luz y ventilación en los edificios de los trabajadores, así como agua potable limpia e instalaciones sanitarias adecuadas para los trabajadores. Las fincas también deben proporcionar a los trabajadores permanentes viviendas seguras, limpias y decentes.
Debido a que los agroquímicos representan un riesgo para la salud de los trabajadores y dañan la naturaleza, nuestro programa de certificación promueve métodos manuales o biológicos como la primera línea de defensa contra plagas y enfermedades, y los agroquímicos más agresivos no están en absoluto permitidos. Pero cuando no se pueden evitar los agroquímicos aprobados, las fincas deben capacitar a los trabajadores sobre cómo manejar estas sustancias de manera segura y proporcionar equipo de protección personal. Un estudio de 2019 realizado por la Universidad de Wageningen [en inglés] comparó 13 fincas bananeras certificadas Rainforest Alliance con 16 fincas no certificadas en Colombia. Era más probable que los trabajadores de las fincas certificadas emplearan todo su equipo de protección personal. También encontraron que todas las fincas certificadas encuestadas tenían un profesional de salud ocupacional designado, en comparación con solo el 19 por ciento de las fincas no certificadas.
Nuestro programa de certificación también exige que las fincas brinden información a los trabajadores sobre las políticas de licencia médica, así como sobre los servicios médicos disponibles localmente. Una empresa bananera certificada en Ecuador fue aún más lejos y brindó servicios de salud mental a sus trabajadores [en inglés] a través de una de nuestras iniciativas. Estos servicios de salud mental incluyeron sesiones grupales e individuales enfocadas en la prevención de adicciones, violencia doméstica y estrés laboral. Este es solo un ejemplo de cómo Rainforest Alliance implementa múltiples intervenciones a la vez para mejorar el bienestar de los trabajadores.
Medios de subsistencia de los trabajadores agrícolas
En los trópicos, las comunidades agrícolas enfrentan una lucha diaria para cubrir las necesidades básicas de la vida. El programa de certificación Rainforest Alliance exige que las fincas paguen a los trabajadores al menos el salario mínimo local, pero un salario mínimo no necesariamente proporciona un nivel de vida digno. Es por eso que nuestro programa de certificación va más allá, utilizando puntos de referencia específicos de cada país para ayudar a las fincas a progresar hacia el pago de un salario digno. Rainforest Alliance define salario digno como el pago de una semana laboral estándar que permite a los trabajadores cubrir los gastos básicos de sus familias, incluidos alimentos, agua, vivienda, educación, atención médica, transporte y ropa, con un poco más para cubrir eventos inesperados. (Esta es la definición establecida por Global Living Wage Coalition [en inglés], cofundada y copresidida por Rainforest Alliance).
Hace solo ocho años, Enemias Espinoza de Ocotepeque, Honduras, enfrentó una desesperación económica tan intensa que arriesgó su vida saltando a bordo de un tren en movimiento que se dirigía a los EE. UU. con la esperanza de encontrar trabajo allí. Después de ser rechazado en la frontera, pasó tres meses difíciles en San Marcos, Ocotepeque, sin empleo con el que mantener a su esposa y sus tres hijos. Fue entonces cuando consiguió trabajo en una finca cafetalera local que es parte del grupo agrícola certificado UNIOCASMO. Ahora que es capataz, Espinoza dice que su salario, más alto que el salario mínimo local, le ha permitido comprar su propia pequeña finca de café. Y en su función de capataz, dice, siempre puede encontrar y conservar personal debido a los buenos salarios y trato en esta finca de café certificada.
En un mercado que hace que los productores asuman una cantidad desproporcionada de riesgo, así como el costo de implementar medidas de sostenibilidad, muchos pequeños productores luchan por ganarse la vida y, por lo tanto, luchan también por pagar a sus trabajadores un salario decente [en inglés]. Para repartir la carga de manera más justa, el programa de certificación Rainforest Alliance exige que las empresas realicen una inversión en efectivo o en especie para ayudar con los costos de sostenibilidad, y que realicen un pago adicional destinado a recompensar a los agricultores por usar prácticas más sostenibles [en inglés].
Libertad de asociación y negociación colectiva
La libertad de asociación y la negociación colectiva son derechos humanos fundamentales. Para que los trabajadores puedan protegerse de los abusos laborales, expresar sus quejas y lograr un cambio positivo en sus condiciones de trabajo y salario, deben poder hablar y organizarse sin temor a represalias. Las fincas certificadas están obligadas a informar a los trabajadores de este derecho y a proporcionar el espacio para ejercerlo.
Rainforest Alliance también está probando una tecnología en Sri Lanka, Brasil y Costa de Marfil que permite a los trabajadores denunciar inquietudes de forma anónima a través de un dispositivo móvil. Esta plataforma de denuncias directas de los trabajadores está diseñada para todos los niveles de alfabetización y los trabajadores reciben un pequeño incentivo monetario para participar.
Esfuerzos para lograr igualdad para las trabajadoras agrícolas
Las trabajadoras agrícolas a menudo carecen de acceso a la toma de decisiones, a programas de capacitación, a recursos y oportunidades. También pueden ser vulnerables al acoso y la violencia, en parte porque las mujeres suelen ser trabajadoras, mientras que los gerentes suelen ser hombres. Nuestro programa de certificación brinda a las fincas y empresas herramientas para identificar y abordar las brechas en la capacitación y las oportunidades, y para prevenir la violencia y el acoso por motivos de género. También exige el nombramiento de una persona o comité responsable de abordar la igualdad de género y de promover activamente el avance de la mujer.
Participar en un comité de género en Limmu Kossa Coffee Estate en Etiopía ha cambiado mucho la perspectiva del capataz Geleta Haile sobre el papel de la mujer. Ha trabajado en esta finca durante 17 años, pero no ha podido casarse, dijo, porque su familia es pobre y depende de sus ingresos. “Solía creer que si mis hermanas se casaban cuando tenían 18 años, aliviaría mi carga. Después de recibir capacitación sobre género, aprendí que la educación de las niñas es importante y que las niñas también pueden llegar a donde quieran si se lo proponen.
“Entonces, comencé a animar a mis hermanas a continuar con su educación en lugar de casarse” Agregó: “Me convencí de hacer algunos sacrificios por un corto tiempo para hacer que el futuro de mi hermana sea brillante”.