Cuando vemos el futuro del planeta, la juventud rural enfrentaría más riesgos por las decisiones que tomamos hoy. Por eso, es crítico incluirlos en los planes de protección de los recursos naturales y en las comunidades forestales. Aunque existan contextos difíciles, la juventud rural debe tener una voz, así como educación y las oportunidades para trabajar o emprender negocios.
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Definamos la palabra juventud. Las Naciones Unidas lo define como las personas entre 15 y 24 años, en el período de transición de la niñez a la adultez. De los 1.3 billones de jóvenes en esta etapa, uno de cada cinco es: No educado, empleado o en entrenamiento (“NEET”por sus siglas en inglés). Los jóvenes tienen tres veces más posibilidades de estar desempleados que los adultos y las mujeres en esta categoría. Y tienen dos veces más posibilidades que sus contrapartes de ser “NEET”, dañando aún más sus futuros prospectos.
Alrededor de un billón de jóvenes viven en países en desarrollo y de estos, el 70% en áreas rurales. Aunque la tercera parte de los alimentos sea producida por pequeños agricultores, estas comunidades están envejeciendo. Sus jóvenes están migrando a las ciudades e ignorando las carreras en agricultura y silvicultura, áreas que no ven como rentables.
Para prevenir esta migración, la juventud rural necesita acceso a educación de calidad, entrenamientos, habilidades empresariales, mentores y financiamiento. Esto les permitirá invertir en formas más sostenibles para manejar los negocios agrícolas y forestales.
Estos son algunos ejemplos de cómo Rainforest Alliance está integrando las necesidades de los jóvenes en iniciativas más grande de paisajes y comunidades.
Entrenar a jóvenes líderes y maestros ayuda a prosperar a las comunidades forestales en México
En la zona de amortiguamiento de la Reserva de la Biósfera de Calakmul, las comunidades rurales trabajan en sus ejidos de manera más sostenible. Cosechan y venden madera y otros productos, así como iniciándose en la agricultura de subsistencia.
Bajo el sistema de los ejidos, solo aquellos que son dueños o van a heredar la tierra pueden participar en la toma de decisiones. Con educación y prospectos de empleo limitados, es comprensible que mucha de la juventud de Calakmul migre en busca de mejores opciones. Esto priva a las comunidades de sus residentes más jóvenes e inteligentes.
En el 2016, lanzamos Nuestra Selva, Nuestro Futuro para proveerle a la juventud de Calakmul con diversas oportunidades de aprendizaje. Estos pueden ser conocimientos ecológicos, habilidades psico-emocionales, desarrollo de grupos de trabajo, liderazgo, mentorías y apoyo individual.
Comenzamos a trabajar con los maestros, apoyando su desarrollo profesional y ayudándolos a formular una currícula adaptada al manejo del bosque y las necesidades locales.
El proyecto además facilita las oportunidades de aprendizaje, a través de experiencias basadas en las comunidades de los ejidos. Recolectan data GPS en el campo, crean mapas, escriben reportes, encuestan a los miembros de las comunidades, etc. En 2022 conectamos a 40 estudiantes con siete ejidos, creando oportunidades para la colaboración intergeneracional y el despliegue de talento y habilidad de estos jóvenes.
El trabajo en Calakmul prueba que el invertir en la juventud es invertir en el futuro de los bosques y las comunidades forestales. Una de las participantes de este proyecto, Carmelina Martínez Hernández, se graduó recientemente de la universidad como ingeniera agrónoma. Ella quiere «crear proyectos que ayuden a comunidades como la mía a usar sus recursos naturales de una manera más sostenible y eficiente. Dándole mejores oportunidades de salud, educación y finalmente construyendo resistencia rural y prosperidad para ellas”.
Educando a la juventud rural en iniciativas de cacao sostenible en Indonesia
A pesar de la riqueza de recursos naturales en Indonesia, muchos productores de cacao están en una lucha constante, cargados por la edad, árboles de cacao improductivos y entrenamiento insuficiente en técnicas de procesamiento que podrían incrementar sus ingresos. Como resultado, sus hijos optan por trabajar en otras industrias como la del turismo.
En el distrito de Jembrana, por ejemplo, solo el 10% de los productores son personas jóvenes. Aunque la juventud rural se siente atraída por lo asequible que son las escuelas de agricultura, muy pocos deciden seguir adelante con carreras en esta industria. Su falta de acceso a conocimiento técnico se debe a las estrictas reglas de las cooperativas de cacao que, además, están típicamente reservadas a las cabezas masculinas de la familia.
Para ayudar a la juventud de Jembrana a convertirse en la siguiente generación de expertos en agricultura, en el 2017 lanzamos el programa de Acción Sostenible y Abogacía en Cacao (SUBAK en inglés – Sustainable Action and Advocacy in Kakao) en alianza con la Fundación Kalimajari.
El equipo de SUBAK pidió a 32 miembros de escuelas de agricultura locales que seleccionaran a sus dos mejores estudiantes para un programa de becas – con mujeres representadas en igualdad – y crearon un premio de periodismo juvenil para incrementar la conciencia acerca de la producción de cacao y la sostenibilidad. Los 10 ganadores participaron en un programa de investigación que incluía visitas de campos y talleres. Los tres mejores proyectos recibieron un reconocimiento especial en una ceremonia para jóvenes líderes.
Adicionalmente, el equipo de SUBAK trabajó con la cooperativa de cacao de Jembrana, Kerta Semaya Samaniya (KSS), para cambiar sus reglas de membresía. Ahora, los jóvenes – incluyendo mujeres solteras – pueden aplicar. La KSS ofrece prácticas profesionales que los proveen con valiosas experiencias reales para prepararlos para el mercado de trabajo.
Promoviendo el emprendimiento juvenil e rural en Kenya
Cuando se trata de proteger paisajes rurales y mejorar los medios de vida en estas comunidades, Rainforest Alliance utiliza un enfoque de Manejo Integral de Paisajes, que favorece la colaboración entre comunidades, productores, negocios forestales, líderes locales, empresas, gobiernos y otros actores que estén involucrados en el uso de la tierra.
Pero para que este enfoque funcione a largo plazo, también debe considerar e incluir a los jóvenes, un grupo que es frecuentemente pasado por alto.
Pero para que este enfoque funcione a largo plazo, también debe considerar e incluir a los jóvenes, un grupo que es frecuentemente pasado por alto.
El paisaje boscoso del Monte Kenya tiene especies exóticas y valiosos recursos naturales, pero también es el hogar de comunidades productoras de té y café, que ahora deben combatir con cambios de temperatura, lluvias impredecibles, incrementos de plagas y el envejecimiento de sus plantas de café y té. Nuestro programa de Paisaje Sostenible y Medios de vida del Monte Kenya ha trabajado en crear Juntas de Manejo de Paisajes que incluyen a jóvenes y mujeres. Estas juntas, integran a los miembros de la comunidad para desarrollar e implementar estrategias dirigidas a proteger sus bosques e incrementar sus ingresos.
Este programa busca proveer a 5,000 jóvenes con el apoyo técnico y el entrenamiento empresarial para establecer actividades que diversifiquen los ingresos como producción de miel, guarderías de árboles y tecnologías limpias. También estamos facilitando la conexión con diferentes fuentes de financiamiento, un cambio perenne para la juventud que no tiene un récord financiero extenso.
Finalmente, vamos a conectar con escuelas locales y organizaciones dirigidas por jóvenes para que estos conocimientos pasen a la siguiente generación.