No es de extrañar que 4.5 millones de turistas visiten el estado mexicano de Quintana Roo cada año: no solo ofrece los mares luminosos y las playas de arena blanca conocidas como la Riviera Maya, es además el hogar de un bosque tropical megadiverso, repleto de vida silvestre icónica, árboles milenarios y ruinas mayas. Dado que el turismo es la industria principal del estado, y que la mayoría de los jóvenes aquí trabajarán algún día en esa actividad, tiene sentido enseñar a los estudiantes locales cuán ecológicamente precioso es su estado natal y cómo el turismo sostenible puede ser una forma efectiva de conservarlo. Es por eso que Rainforest Alliance ha trabajado durante dos años con maestros y estudiantes para fortalecer la educación turística sostenible aquí en la Riviera Maya.
Como parte de este trabajo continuo, con el apoyo de la Fundación TUI Care, Rainforest Alliance recientemente realizó talleres con 35 maestros de todo el estado para compartir herramientas educativas y permitir el intercambio de información entre los maestros. Los talleres, celebrados en Playa del Carmen y Felipe Carrillo Puerto, incluyeron una visita a dos proyectos de turismo comunitario, donde los maestros observaron y evaluaron las fortalezas y desafíos de estos negocios de ecoturismo tan distintos, todo para que pudieran enseñar mejor a sus propios estudiantes sobre el turismo sostenible como una estrategia para la conservación.
Turismo sostenible en la Riviera Maya
La maestra Mabel Quinto Castillo, de la comunidad de Limones, afirma que los talleres han cambiado por completo su perspectiva sobre cómo el turismo puede mejorar la sostenibilidad, y lo importante que es que sus alumnos también entiendan eso. “Siempre he sido cuidadosa con el medio ambiente, pero lo que aprendí con Rainforest Alliance ha sido realmente poderoso. Trato de aplicar lo más que puedo de lo aprendido para crear conciencia entre mis alumnos».
Quinto está contenta con la rapidez con que sus alumnos han tomado estas lecciones, incluso si su nueva pasión a veces puede ser una distracción. «Tengo un estudiante que siempre levanta la mano para preguntar algo en el medio de la clase, y supongo que su pregunta es sobre mi lección, ¡pero sale con ‘tenemos que regar las plántulas!'», ríe la maestra para agregar: «Me encanta que mis alumnos hayan llegado a amar la naturaleza y que entiendan la relación entre el turismo y la conservación».
El taller fue uno de una serie de seis que reúne a un grupo de 75 maestros, quienes luego comparten los materiales y herramientas con más de 300 colegas, llegando a un total de más de 6,000 estudiantes. Los maestros participantes provienen de todo el estado y de todo tipo de comunidades, rurales, urbanas, forestales y más, lo que hace que sea importante que las lecciones y los materiales desarrollados sean adaptables. Los maestros del taller codiseñan lecciones, herramientas y materiales, participando en discusiones animadas y lluvia de ideas. Un objetivo importante de la iniciativa es crear una red de maestros que puedan apoyarse y consultarse durante todo el año.
Conservación a través de una red de docentes
La gerente de Educación de Rainforest Alliance, Maria Ghiso, dice que crear una red de maestros es parte de una estrategia efectiva para desarrollar una educación turística sostenible en la Riviera Maya. “Una de las cosas más emocionantes ha sido ver a los maestros compartir sus conocimientos y herramientas entre ellos. Me encanta ver cómo mi teléfono suena con mensajes de WhatsApp entre maestros que comparten fotos e historias, se hacen preguntas y comparten recursos para reuniones, seminarios y actividades locales. Realmente hemos creado un espacio para un rico aprendizaje entre pares, que es aún más emocionante debido a la diversidad de perspectivas: maestros del norte y del sur, rurales y urbanos, y que enseñan diferentes materias. A todos les apasiona enseñar a sus hijos sobre la sostenibilidad y el ecoturismo «.
Otra maestra, Aracely Sandy, en Puerto Morelos, utilizó las herramientas de Rainforest Alliance para innovar una serie de actividades prácticas que fortalecieron la relación de los estudiantes con la tierra. Los estudiantes plantaron un huerto detrás de la escuela y construyeron una bomba accionada por bicicleta para extraer agua de un pozo para nutrir sus plantas, aprendiendo sobre la biodiversidad y la física en el proceso. Otros maestros han aprovechado el proyecto multidimensional que creó Rainforest Alliance, en el que los estudiantes hacen mapas de su comunidad y luego entrevistan a un anciano local para averiguar cómo era la tierra hace años; luego comparan mapas satelitales para ver cómo ha cambiado el uso de la tierra.
Mabel Quinto dice que las actividades favoritas de sus alumnos son «plantar árboles, hacer carteles sobre el medio ambiente y debatir cuestiones de turismo sostenible». Agrega que enseñar a sus alumnos sobre el turismo sostenible no solo es bueno para la Tierra, sino también para el futuro de los jóvenes ya que en su pueblo rural el tráfico de drogas es frecuente y una tentación para algunos jóvenes con pocos recursos. «La red de docentes me ha brindado muchas actividades para que los niños piensen en el turismo sostenible como una forma potencial de ganarse la vida, es una forma de dirigirlos a un mundo mejor».
Fotos: Michael Toolan