En 2012, después de que un hongo comenzara a devastar los cultivos de café de sus vecinos en Chiapas, México, la caficultora mexicana, María Esther Saut Niño supo que tenía que actuar. Primero, ella y su esposo convirtieron parte de su rancho ganadero en un vivero de plantas para cultivar plántulas saludables de café para los agricultores locales. Luego, a medida que el brote se profundizó, ella y su esposo convirtieron todo el rancho en una finca de café con sombra. Finalmente, distribuyeron 20 millones de plantas saludables a la comunidad.
“La gente estaba desesperada”, recuerda Saut. «No pensaron que serían capaces de restaurar sus granjas. Pero les mostramos lo que podíamos hacer con la tierra que alguna vez había sido pasto para ganado.”
Desde entonces, Saut sigue sembrando la esperanza de un futuro sostenible, haciendo todo lo posible para ayudar a su comunidad. La finca de café «La Fortaleza» (certificada Rainforest Alliance) que posee con su esposo, se ha convertido en un modelo para los agricultores de la zona. Esta la visitan para aprender a plantar árboles de sombra, enriquecer los suelos y otros métodos climáticamente inteligentes. Saut también alienta a los pequeños agricultores locales a unir fuerzas para que puedan solicitar la certificación de Rainforest Alliance en grupos.
Apoyar a sus vecinos también significa demostrar lo importante que es nutrir la tierra que les proporciona sustento. La finca “La Fortaleza”, que obtuvo la certificación Rainforest Alliance en 2018, ahora está repleta de biodiversidad. «Nos hemos convertido en un corredor de vida silvestre para las especies migratorias», dice Saut. Ella está maravillada por la cantidad de especies de aves que han regresado. Una comparación de Google Earth de su granja en 2010 y la actual muestra un paisaje más verde y saludable.
Saut reconoce que la certificación le permitió lograr mucho en poco tiempo. “Sabíamos que queríamos cultivar de manera más sostenible y proteger el medio ambiente, pero no sabíamos exactamente cómo”, dice ella. Fue la amplitud del programa, desde los aspectos ambientales y sociales, hasta la trazabilidad del producto, lo que lo convirtió en el marco ideal para ella. La caficultora mexicana valora que el programa de certificación de Rainforest Alliance “es el resultado de la investigación y la experiencia de muchas personas en todo el mundo.”
A Saut le encanta compartir su conocimiento sobre una agricultura más sostenible con su comunidad. Debido a que la población es mayoritariamente indígena, contrató a una mujer que habla el idioma local, tzeltal, para ayudar con estos esfuerzos. Pero la participación de Saut no se detuvo ahí. Al darse cuenta de que estas familias tenían poco acceso a la atención médica, forjó un acuerdo con los médicos locales para a las personas de la zona. También involucra a las mujeres locales en el procesamiento del café y el cultivo de parcelas modelo de frijoles especiales, para que puedan apuntar a mercados mejor pagados.
Para apoyar aún más a la comunidad, ella y su esposo comenzaron una empresa comercializadora de café, COFINCAF. Esta, obtiene granos de más de 2000 agricultores cercanos. Recientemente, su esposo, su hijo y un socio crearon Kali Coffee Roasters para tostar los granos que compra COFINCAF y venderlos en sus tiendas minoristas y cafeterías.
Actualmente, Saut se centra en inspirar a una nueva generación de agricultores sostenibles. “Queremos mostrarles a los niños que pueden aplicar su amor por la tecnología a la agricultura sostenible. Deberán monitorear las condiciones climáticas e ir más allá del conocimiento tradicional para mantener productivas estas granjas”. La caficultora mexicana ya está trabajando en planes para establecer un centro de capacitación de alta tecnología. Con este, quiere que los jóvenes puedan tomar cursos y visualizar el café como una carrera viable.
Aunque ni ella ni su esposo son originarios de Chiapas, sus corazones está ahí. María resalta que ha sido importante mostrar a sus vecinos “que estás ahí trabajando en el campo, y que quieres entenderlos y ayudarlos, aunque no te hayas criado aquí”. Agrega: «Se trata de integrarte a la comunidad y respetarla».