Productores de mango de Oaxaca y agricultores chinamperos de la Ciudad de México son los principales beneficiarios de una iniciativa de agricultura inclusiva que, desde el 2017, impulsamos junto a la Fundación Walmart y TechnoServe. Con la adopción de métodos de producción agroecológica se contribuye con la conservación y restauración de ecosistemas y se generan oportunidades de acceso a un mercado responsable, interesado en el origen y calidad de los productos que ofrece al consumidor final.
Pero, antes de avanzar, ¿qué es agricultura inclusiva? Se conoce así a “la producción eficiente de productos agrícolas seguros y de alta calidad, a través de prácticas que protejan y mejoren el entorno natural, las condiciones sociales y económicas de los agricultores, sus empleados y sus comunidades”.
Fortalecimiento de prácticas agroecológicas y empresariales
A través de capacitaciones en agricultura sostenible y capacitaciones administrativas, impulsamos el fortalecimiento de los agricultores para que optimicen sus procesos productivos y mejoren sus canales de comercialización. De esta manera logran mejorar sus condiciones de vida, mientras velan por el cuidado de sus recursos naturales.
El trabajo también incluye la identificación de compradores interesados en productos que no arriesgan el equilibrio de los ecosistemas; el establecimiento de vínculos comerciales directos con compradores finales favorece la economía local al limitar la participación de intermediarios.
Tradición milenaria en siglo XXI
Con más de ocho millones de habitantes es difícil de creer que la Ciudad de México fue fundada sobre un lago. Su desarrollo fue posible gracias a las chinampas, también llamadas «jardines flotantes». Se trata de un método de agricultura y expansión territorial que se crea entrelazando juncos con estacas debajo de la superficie del lago a modo de cercas submarinas.
Hoy en día, Xochimilco y Tlahuac, en el sur de la ciudad, son la casa de las últimas chinampas.
Allí trabajamos con los agricultores para mejorar sus prácticas agroecológicas y habilidades administrativas, al tiempo que conservamos estos increíbles jardines flotantes que tienen una gran importancia cultural y ecológica.
Nuestra colaboración con los agricultores de la ciudad se extiende más allá de las aguas del sur de Xochimilco y en dos barrios rurales de la ciudad. En total, hemos capacitado a 30 productores de tomate, acelga, calabaza, menta y perejil. A partir de ahí, ocho de ellos han establecido sociedades de producción rural abriendo nuevas oportunidades comerciales.
Asimismo, se impulsan tres intercambios de experiencias en los cuales los pequeños productores mejoran sus habilidades comerciales y sus prácticas agrícolas sostenibles gracias al conocimiento compartido con sus colegas, por ejemplo los resultados con la producción de fertilizantes orgánicos y de actividades de apicultura que les permitió tener sus propios polinizadores, al tiempo que proporcionaban buena salud a su ecosistema.
¡Mangos!
¿Sabían que México el cuarto productor más grande de mango en el mundo? Eso es una gran oportunidad de comercialización para los más de 341 productores de mango de cinco comunidades en las regiones Chinantla, Sierra Norte e Istmo, en Oaxaca, que forman parte de la iniciativa de agricultura inclusiva.
Con las prácticas agroecológicas implementadas en sus cultivos, los resultados de la producción fueron increíbles, pues alcanzaron un incremento de productividad de seis a 12 toneladas de mango por hectárea en promedio.
Además, 94 productores formaron una sociedad de producción rural y con ello ampliaron sus posibilidades comerciales. Es así ya se formalizó la venta de 22,3 toneladas de mangos a la empresa productora de jugos Jumex gracias al apoyo brindado por Technoserve.
Un acuerdo como el mencionado anteriormente dejó una profunda huella en la visión comercial del grupo. Ahora ven la sostenibilidad de su producción tan importante como sus ingresos, y han comenzado el proceso para registrarse como proveedores de Walmart.