Incrementar la productividad y la solidez agrícola
Para avanzar en la transición hacia una agricultura sostenible y regenerativa, resulta crucial incrementar la adopción de prácticas agrícolas más compatibles con el medio ambiente. Para Rainforest Alliance, la Gestión Integrada de Plagas (GIP) es un componente vital de un sector agrícola regenerativo, y parte de un enfoque climáticamente inteligente y holístico de la gestión de los ecosistemas. Nuestra estrategia de GIP tiene como objetivo ayudar a las fincas a desarrollar planes sólidos para controlar las plagas equilibrando las funciones del agroecosistema, mejorando la adaptabilidad del ecosistema y, al hacerlo, reduciendo la dependencia de los pesticidas (Figura 1).
El problema de las plagas y los plaguicidas
Se calcula que cada año se pierde entre un 20 % y 40 % de la producción mundial de cultivos debido a plagas y enfermedades. Cada año, las enfermedades de las plantas suponen un costo para la economía mundial de unos 220.000 millones de dólares, y las plagas de insectos, de unos 70.000 millones. No obstante, los insectos, las enfermedades y las malas hierbas no «nacen» siendo plagas. Las plagas son el producto de un ecosistema desequilibrado, y que una especie sea clasificada como plaga depende de su número y de los daños económicos que pueda ocasionar. Las plagas son indicativos de que el agroecosistema sufre alguna carencia.
Las plagas son una amenaza constante para los agricultores, motivo por el que la primera reacción de la mayoría de productores del mundo es optar por el uso de plaguicidas. Así, el uso de plaguicidas en todo el mundo se ha multiplicado por 50 desde 1950, y los agricultores emplean unos 3.500 millones de kg de plaguicidas al año. Entre estos, muchos están clasificados como productos «altamente peligrosos» de acuerdo con la definición de la FAO/OMS, lo que significa que representan un grave riesgo para la salud de los trabajadores agrícolas y los propios consumidores, o que tienen efectos negativos sobre la biodiversidad y los servicios de los ecosistemas a través de la contaminación del agua y el suelo.
Un ecosistema sano puede mejorar la calidad y productividad de los cultivos por medio del control natural de las plagas, la polinización y la mejora de la fertilidad del terreno. Sin embargo, el uso excesivo de plaguicidas puede alterar el equilibrio sistémico necesario. Por ejemplo, la destrucción de las poblaciones de enemigos naturales puede conllevar el resurgimiento de distintas especies de plagas, aumentando aún más la dependencia de los plaguicidas. Un uso excesivo de plaguicidas también está asociado con la disminución del número de polinizadores y sus poblaciones, afectando así negativamente a la producción.
Igualmente, son ampliamente conocidos los efectos nocivos de muchos plaguicidas sobre la salud humana, especialmente cuando se utilizan sin equipos de protección personal (EPP) y sin las debidas medidas de reducción del riesgo. Por último, el aumento del costo de muchos productos agroquímicos se traduce en una presión económica adicional para los agricultores que luchan por conservar su sustento. ¿Qué podemos hacer para reducir la dependencia de los plaguicidas y el efecto negativo que representa su uso? Una respuesta práctica y rentable es la gestión integrada de plagas (GIP).
Nuestro enfoque
Nuestro enfoque se centra en los principios de la GIP y se basa en intervenciones específicas para cada contexto y dirigidas por los agricultores. La intención es la de aprovechar los puntos fuertes inherentes de los agroecosistemas con el objetivo de reducir las poblaciones de plagas a niveles aceptables, en lugar de insistir en erradicarlas. Con este fin, escogemos métodos de control que tengan en consideración los costos y beneficios, además de dirigirse a reforzar la sostenibilidad social y ecológica. En consonancia con todas las iniciativas de Rainforest Alliance, incluido el Programa de Certificación 2020, las prioridades finales de nuestro enfoque de GIP son la conservación a largo plazo del ecosistema, sus servicios y el bienestar de las personas.
Para apoyar nuestro enfoque de la GIP, hemos desarrollado una Estrategia de GIP, con la que procuramos identificar los obstáculos en la adopción de la GIP y ayudar a los productores a superarlos. Nuestra estrategia tiene cuatro componentes: la creación de un banco de conocimientos sobre GIP para apoyar a los agricultores en su camino hacia una agricultura y un control de plagas más regenerativos; la presentación de soluciones de GIP a medida en sectores y lugares específicos; la creación de capacidad y la comprensión de la GIP a través del modelo de Escuela de Campo para agricultores, que promueve la experimentación, la demostración y el intercambio de experiencias entre los agricultores; y, en un papel de defensa, ejerciendo lobby y abogando por la responsabilidad compartida en la gestión integrada de plagas y el uso de plaguicidas. .
Para más información sobre nuestra posición respecto a la GIP, consulte el documento de posición sobre la Gestión Integrada de Plagas .
Enfoque de plaguicidas dentro del Programa de Certificación 2020
Nuestro enfoque de MIP y plaguicidas está compuesto de tres factores principales:
- Requisitos standard (secciones 4.5 and 4.6)
- Anexo Capítulo 4: Agricultura
- Política de Uso Excepcional
Objetivo General
Reducción del uso de plaguicidas y promoción de un uso seguro, responsable y eficiente de los agroquímicos mediante una mayor adopción del MIP.
Norma y Anexo Capítulo 4: Agricultura
El enfoque se basa en la adopción de prácticas de Manejo Integrado de Plagas (MIP), donde los plaguicidas se empleen únicamente como último recurso y se demuestre la reducción de su uso. Cuando se utilizan plaguicidas, se aplican todas las medidas de seguridad de gestión de plaguicidas y los requisitos de salud laboral. Se emplean exclusivamente productos registrados; no se utilizan plaguicidas prohibidos ni obsoletos. En caso de usar plaguicidas incluidos en la lista de mitigación de riesgos, se implementan medidas adicionales para reducir estos peligros.
Política de Uso Excepcional
A pesar de los esfuerzos generalizados por reducir el uso de insumos tóxicos en la agricultura, algunos modelos de agricultura intensiva continúan dependiendo del uso de plaguicidas altamente peligrosos (PAP). Con la intención de respaldar a los productores en su esfuerzo por eliminar los PAP, desarrollamos la Política de Uso Excepcional (PUE). Junto con los requisitos de la Norma de Agricultura Sostenible de Rainforest Alliance para 2020, la política concede excepciones limitadas a combinaciones específicas de cultivos, plagas y países en los que no se dispone de alternativas viables a los PAP. En concreto, se contemplan excepciones cuando no se dispone de alternativas eficientes, accesibles y rentables, o si la prohibición de la sustancia en cuestión pone en peligro la sostenibilidad económica de la exploración agrícola. Al conceder estas excepciones, se exige a los productores adoptar medidas dirigidas a mitigar y compensar los efectos negativos de estos plaguicidas sobre las personas y el medio ambiente, y que a su vez se impliquen en una búsqueda activa de alternativas menos tóxicas. Los detalles de estas excepciones y sus condiciones se incluyen en la Política de Uso Excepcional (PUE).
La PUE se basa tanto en las peticiones de los productores como en un sólido conocimiento de las condiciones locales, combinados con el enfoque de mitigación de los plaguicidas esbozado en nuestra estrategia de Gestión Integrada de Plagas. El proceso de elaboración de la PUE incluye un amplio análisis técnico, exhaustivo y específico del contexto de las necesidades de los agricultores en materia de la presión que suponen las plagas y las alternativas disponibles. Este análisis lo realiza el equipo de Gestión Integrada de Plagas de Rainforest Alliance en colaboración con un grupo de científicos y expertos técnicos externos con amplios conocimientos sobre producción sostenible y experiencia mundial en los sectores agrícolas clave de Rainforest Alliance. Además, recurrimos a herramientas externas como Homologa®, la base de datos mundial de protección de cultivos para evaluar los detalles específicos de cada país sobre los plaguicidas registrados y los Límites de Residuos Máximos y el Portal CABI de BioProtección, a fin de identificar las alternativas de control biológico disponibles a nivel local.
Los productores pueden presentar sus solicitudes en cualquier momento, siguiendo el procedimiento establecido en el capítulo 4 del anexo: Explotación agrícola Con base a las solicitudes recibidas, actualizaremos la PUE cada seis meses, conforme al siguiente calendario:
En aras de la máxima transparencia, los siguientes enlaces recogen las solicitudes que hemos recibido para cada versión de la PUE, además de nuestras decisiones finales y su justificación.
- II Semestre 2020 (EUP V 1) – Solicitudes y decisiones finales
- II Semestre 2021 (EUP V 1.1) – Solicitudes y decisiones finales
- II Semestre 2021 (EUP V 1.2) – Solicitudes y decisiones finales
- II Semestre 2022 (EUP V 1.3) – Solicitudes y decisiones finales
Enlaces útiles sobre el MIP y los plaguicidas
- El portal CABI de BioProtección es una herramienta gratuita dirigida a descubrir biocontroles y bioplaguicidas naturales registrados en todo el mundo: Productos de biocontrol y bioplaguicidas – Portal de BioProtección
- ¿Qué es la agricultura regenerativa?
- Declaración de postura sobre el Manejo Integrado de Plagas y las Soluciones de Agricultura Natural
- Orientación H: Gestión integrada de plagas
- Guía de Manejo Integral de Hierbas en Cafetales
- Guía Ilustrativa del Manejo Integral de Hierbas en Cafetales
- Aplicación de triazoles para el control de la roya del café (Hemileia Vastatrix)
- Orientación: Eliminación de envases vacíos de plaguicidas en Vietnam