En Rainforest Alliance reconocemos que la sostenibilidad es un viaje a largo plazo y para que los sectores sean verdaderamente sostenibles, todos los actores de la cadena de suministro tienen un papel que desempeñar; si queremos garantizar que sea una cadena inclusiva se deben compartir tanto el valor como los riesgos.
Por esa razón y como parte del proceso de reimaginar la certificación que impulsamos, el nuevo Programa de Certificación 2020 incluye un sistema en el que se cubran los costos y las inversiones de los productores y se recompensen sus esfuerzos por hacer que sus fincas y su producción sean más sostenibles.
¿Por qué adoptamos este enfoque?
Alcanzar un medio de subsistencia decente en la producción agrícola es difícil. Independientemente del cultivo o del lugar donde se produzca, la agricultura depende en gran medida de una serie de variables, desde el clima y las plagas hasta el acceso a los insumos y mercados. El resultado es que, en muchas partes del mundo, el más mínimo cambio en el entorno operativo puede empujar a muchos agricultores, en particular a los pequeños agricultores, por debajo del umbral de pobreza.
Para empeorar las cosas, las cadenas de suministro globales en las que se apoyan la mayoría de los productores de Rainforest Alliance están estructuralmente desequilibradas. Los productores asumen la mayor parte del riesgo, el peso del cumplimiento y los impactos del cambio climático, mientras disponen de poco o nulo poder para negociar precios, términos comerciales y recursos adicionales necesarios para obtener una producción sostenible.
¿Qué son los diferenciales de sostenibilidad y las inversiones en sostenibilidad?
Precisamente para construir cadenas de suministro inclusivas en el nuevo Programa de Certificación hemos incluido dos herramientas que distribuirán equitativamente la responsabilidad de lograr la sostenibilidad: el diferencial de sostenibilidad y las inversiones en sostenibilidad.
El diferencial de sostenibilidad es un pago obligatorio adicional y en efectivo que se hace a los productores certificados por encima del precio de mercado del producto básico. Su monto no es fijo, pues siempre que sea posible, el agricultor o el grupo de agricultores podrán negociarlo con el agente de mercado responsable de pagarlo, quien, en la mayoría de los casos, es el primer comprador.
Nuestra intención es que dicho pago reconozca los esfuerzos y las actividades específicas emprendidas por el productor para cumplir con los requisitos del Estándar de Agricultura Sostenible. Tal pago debería incentivar la adopción continua de las prácticas de producción sostenible incorporadas en nuestra Norma.
El diferencial de sostenibilidad también desempeñará un papel para que los productores que contraten trabajadores puedan pagar salarios más altos. Las grandes fincas agrícolas tendrán que invertir el diferencial de sostenibilidad en áreas que beneficien directamente a los trabajadores, previa consulta con un representante legítimo de sus trabajadores agrícolas para determinar cómo asignarlo.
Por su parte, la inversión en sostenibilidad incluye aquellas que se requieren para que los productores cumplan con los criterios básicos de cumplimiento o mejora obligatoria del Estándar, así como el costo de alcanzar la certificación (es decir, la implementación del Sistema Interno de Gestión Digital y los costos de auditoría). Las inversiones deben enfocarse a las necesidades identificadas por los productores en sus planes de inversión, y los compradores deben informar sobre las inversiones que realizan.
Con nuestra nueva conceptualización de la certificación, nos movemos de un modelo que coloca el peso de la inversión en producción sostenible exclusivamente en los productores hacia un nuevo sistema en el que la responsabilidad de la producción sostenible es compartida a lo largo de la cadena de suministro. Con los diferenciales de inversión y las inversiones en sostenibilidad, alentamos a las empresas a que reconozcan el precio de la sostenibilidad e inviertan y recompensen una producción más sostenible, porque un producto más sostenible es un mejor producto y merece un mejor precio. En lugar de establecer un precio fijo para los productos básicos certificados que puede hacerlos menos competitivos, nuestro enfoque es sistémico. Su objetivo es abordar las causas fundamentales de la desigualdad y la pobreza en las cadenas de suministro empoderando a los productores para que definan el apoyo a la inversión que necesitan para negociar y defenderse mejor.
Ahora bien, también reconocemos que la profesionalización de la administración de fincas agrícolas, la mejora de la productividad, el aumento de la resiliencia y la diversificación de los ingresos son tan importantes como compartir la responsabilidad entre los actores de la cadena de suministro cuando se trata de mejorar los ingresos de los agricultores.
Por ello, además de promover prácticas comerciales más responsables, nuestros programas de certificación, paisaje y comunidad promueven y capacitan a los agricultores en métodos de cultivo más sostenibles que les permitan producir más con menos y adaptarse a los efectos de la crisis climática. También trabajamos con productores y organizaciones locales de la sociedad civil para influir en los gobiernos y las empresas a fin de que promulguen e implementen políticas nacionales y globales que conduzcan a cadenas de suministro más equitativas.
Para preguntas específicas, puede dirigirlas a nuestros colegas de Customer Success